EL MUNDO ENTRE LAS MANOS

He tenido el mundo entre las manos
una vez,
lo he agarrado tan fuerte,
tan inmensamente fuerte,
que sus huellas
se me han clavado en las palmas.
He sido capaz de oler la libertad,
de abrazar las brisas
y la humedad de un respiro;
he llegado a sentir todo tan mío,
tan, tan mío
que sé
que ya no hay
vuelta atrás,
que no hay vuelta
a esos falsos relámpagos de conocimiento
que sólo son pájaros de vidrio
que se desmenuzan
cuando cierras la mano
intentando hacerlos tuyos
para siempre.

PUEDO Y NO PUEDO

No puedo darte soluciones para todos tus problemas de la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y buscarles soluciones junto a ti.
No puedo cambiar tu pasado, pero cuando me necesites, estaré allí.
No puedo evitar que tropieces, solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no te caigas.
Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos, pero los disfruto sinceramente cuando te veo feliz. No juzgo las decisiones tomas en la vida, me limitaré a apoyarte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo impedir que te alejes de mí, pero si desearte lo mejor y esperar a que vuelvas.
Cuando alguna pena te parta el corazón. No puedo evitar tus sentimientos, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlos de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser, solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo en lo bueno y en lo malo...